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viernes, 8 de abril de 2016

Javi Cavadas, jugador del CF Pozuelo." Después de una lesión tan larga vuelves a valorar las cosas. Salir 5 minutos el otro día fue un sueño"

Todo empezó el 27 de julio de 2014. Javi Cavadas, actual jugador del CF Pozuelo, acababa de dejar el Unión Adarve y estaba empezando la pretemporada con el Puerta Bonita. Notó un tirón raro, como un golpe extraño en la parte de atrás, y, rápidamente, un veterano del fútbol como es Roberto Peragón le pronosticó que se había roto el tendón de Aquiles. Es decir, una lesión de ocho meses de baja, lo que significaba decir adiós a la temporada.
Mucho ha cambiado la vida de nuestro protagonista desde entonces. En enero de 2015 dejó el Puerta y fichó por el Pozuelo. Tras duros meses de rehabilitación y cuando indicaba que había superado la grave lesión, llegó el calvario para Javi con una serie de lesiones musculares que imposibilitaban su vuelta a la competición.

Tremenda historia de superación, que tuvo un final feliz el pasado domingo cuando Javi Cavadas volvía a un terreno de juego 608 días después y volvía por fin a sentirse futbolista. Seguro que Javi dedicó ese momento tan especial a su padre, recientemente fallecido, por el que no tiró la toalla, a pesar de los momentos en los que pensó dejar el fútbol. 





608 días de auténtico calvario: Un año, ocho meses y tres días... 

Enhorabuena, por volver después de tanto tiempo a pisar un terreno de juego. ¿Qué sentiste en el momento que el míster te dijo que salieras a calentar?

Pues imagínate. Me avisó el viernes y se lo dije a mis compañeros, el sábado no dormí nada. No dormí nada por los nervios, como un niño pequeño, te lo juro. Era un momento soñado, ya había ido convocado contra el Aravaca al principio de temporada, pero me lesioné el mismo martes.

¿Con qué imagen, con qué comentario, con qué gesto te quedas de esos primeros minutos en el campo?

Salí con el 3-1 y cuando terminamos me abrazaron todos los compañeros y parecía que la victoria era para mí. Este equipo se ha portado conmigo de una forma increíble. Tuve una sensación muy extraña porque, para no haber participado nada, me siento muy protagonista.

¿Qué pensaste cuando terminó el partido y entraste en el vestuario?

Muchas cosas… Ya sabes lo que pasó con mi padre hace 15 días, y yo qué sé… al final no había dejado el fútbol más por él casi que por mí… Estaba toda la familia y amigos, que vinieron a verme 5 minutos. Fueron sensaciones muy extrañas y bonitas.

¿Qué es lo que más has añorado o echado en falta durante todos estos meses?

Si te soy sincero, la familia que éramos en el Unión Adarve: la sensación de estar tranquilo, de que no pasa nada y que te recuperas con tranquilidad.  En Pozuelo hasta pasados unos meses unos meses no lo sentí. Era nuevo, estaba lesionado y era imposible entrar en el grupo. En el Puerta Bonita lo pasé fatal, fue horrible y gracias al cambio al Pozuelo he logrado seguir jugando al fútbol.








¿Cómo explicarías qué es eso de sentirse otra vez futbolista?

No solamente es volver a entrenar y llevar en el grupo mucho tiempo, porque llevaba desde enero con opciones de jugar unos minutos. Pero al final, hasta que no te encuentras a nivel para competir, no puedes entrar. Y sentirse futbolista después de una lesión… Pues Mauri, que ha sufrido dos cruzados, fue uno de los que más se acercaron y se alegraron… 

El resto, si no has vivido en primera persona una lesión de larga duración, no lo pueden entender…

¿Cómo fue la lesión?, ¿Qué recuerdas de ese día? ¿Qué se te pasa por la cabeza cuando se confirma que la lesión es grave?

Me acuerdo perfectamente cómo noto como si me hubieran dado un golpe y no había nadie detrás. Me giré y miré a Sierra y le dije que qué me había hecho. Después se acercó Peragón, que ya había visto una rotura del tendón de Aquiles, y según me tocó, me dijo que me había roto el tendón de Aquiles. Me fui al hospital, y al principio, tuvieron dudas porque no se rompió entero. Hasta que no dijeron que era algo quirúrgico no me derrumbé, ni me vine abajo. Después se me cayó el mundo encima: de pasar del Adarve jugando dos play off e irme al Puerta que había estado en segunda B, de repente me ví así… Fue un golpe muy duro..

¿Habías tenido alguna lesión grave anteriormente?

Qué va, es más en el Adarve venía de haber jugado más de 100 partidos seguidos.

¿Cómo fue tu día a día en esos meses de recuperación y a qué te agarraste para seguir luchando?

En el Puerta yo solo, era para recuperarme, para volver y jugar a fútbol, pero, sobre todo, para poder volver a trabajar. Una lesión en el fútbol  implica no poder ir a trabajar. 



¿Qué te dice tu jefe cuando le cuentas lo de la lesión?

Pues mira mi situación era delicada. Había estado en paro 4 o 5 meses  y me contrata Coca Cola por 3 meses, con lo que esto significa. Me contratan el 10 de julio y yo me rompo el 27 de julio, lo que implicaba que esos 3 meses no les iba a trabajar. No me despidieron, pero cuando me recupero ya no tengo ese contrato y me quedo sin trabajo por una lesión jugando al fútbol.

Supongo que una de las causas de la rotura fue el madrugar más, no descansar como antes... Al final entrenas 4 días, 2 horas,  te vas a trabajar… La vida del futbolista de tercera es bastante complicada…

¿Se respeta todo el contrato durante la lesión?

En el Puerta, posiblemente fuera el único que cobré al día y tengo que  reconocer que ahí estuvieron muy bien conmigo. En eso en particular no tengo ninguna queja. En el Pozuelo, es otro mundo, si necesitaba ir al fisio tenía el dinero por delante.

¿Qué se te pasa por la cabeza cuando ves van llegando las recaídas y problemas musculares?

Al principio parecía normal. Más o menos teníamos previsiones  de que me haría daño en algún musculo porque al final la rotura del tendón de Aquiles es una rotura parcial del gemelo y, claro, el gemelo se acorta y todos los músculos se tienen que acostumbrar a otro músculo más corto de lo que era antes. La pisada cambia, la manera de correr cambia… La primera rotura del aductor era lógica, pero el problema es cuando llega la segunda, la tercera… Luego cambia a un cuádriceps… Han pensado de todo conmigo. Me miraron otros fisios, cambié de dieta, me hicieron analíticas….

¿Cuántas veces te preguntaste por qué me está pasando esto a mí?

No tenía explicación, estaba  bien, daba un paso y me rompía, no era ni compitiendo.  Y me rompía… era raro, posiblemente el no estar a tono y querer estar como el resto.



He leído que llegaste a pensar que no volverías a jugar el fútbol, Supongo que agradecimiento eterno a Chema Ramos y al presidente del Pozuelo…

La última lesión que tuve fue la del sartorio, que es un músculo muy pequeño, desconocido. Pensábamos que era otra recaída de cuádriceps, pero era otro musculo que nadie sabía que existía. Raúl, el fisio de la selección española, me dijo que nunca lo había visto. Además, el día que digo de dejar el fútbol fue porque me hice mucho  daño en la pierna.

Les había dicho que si volvía a lesionarme lo dejaba porque no me gustaba que me siguieran pagando y ocupando una plaza que no podía ocupar otro compañero. Fue Chema Ramos el que vino detrás de mi desde el vestuario hasta el coche, también el fisio que estaba llorando porque no se lo creía. El preparador físico también estaba por allí.

Al final dijimos que había que seguir, y hacer todo lo posible para recuperarme. Nos pusimos manos a la obra con cambio de dieta, gimnasio por las tardes, trabajando con el preparador físico del Coslada… Llegué a estar muy quemado con la recuperación.

¿Has sacado algo positivo de estos meses? ¿Te ha reforzado la lesión a nivel personal?

El no rendirse jamás. Creo que fue algo que me enseñaron desde pequeño. Mi padre me inculcó que el que la sigue la consigue y no podía rendirme y menos después  del fallecimiento de mi padre. Vuelves a valorar las cosas. Yo nunca había salido como suplente y salir 5 minutos el otro día fue un sueño. Cuando ves a juveniles que ponen malas caras al jugar 5 minutos no lo entiendes…

¿Cómo se ha portado el mundo del fútbol modesto?,¿Has echado en falta alguna llamada?

La verdad que no, ni cuando me lesioné ni ahora. Han estado Lolo Escobar, mis compañeros del Adarve, los del Pozuelo y mis 4 o 5  amigos dentro del fútbol, que me han escrito y se han alegrado mucho. Este domingo, además, juego contra el Adarve, así que imagínate.



¿Qué mensaje o consejo mandarías a aquellos compañeros que estén viviendo en estos momentos una lesión de larga duración?

Paciencia. Tranquilidad y que hagan lo que les digan los preparadores físicos y los fisios. Si es una semana, es una semana, si hay que descansar hay que descansar porque intentar adelantar tiempos con este tipo de lesiones no es conveniente.

Después de lo que has pasado, ¿tienes miedo a una nueva lesión o eso ya es agua pasada?

Yo no he tenido nunca miedo a  las lesiones. Ahora es cierto que tengo más miedo a golpear en largo, pero  en situaciones controladas, lo evito y en las que no, pues golpeo y fuera.

¿Cuánto crees que puedes tardar en alcanzar tu nivel de juego?

Necesito minutos para ser titular, pero ahora todos los compañeros del Pozuelo están a un nivel espectacular, así que el míster no podrá darme los minutos que necesito. Pero no estoy tan mal como pensaba. Sería un sueño poder jugar un play off con el Pozuelo. Sería increíble.



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