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jueves, 19 de mayo de 2016

Amaro, portero del CD Móstoles URJC anuncia su retirada tras 20 años de profesión "Lo he sacrificado todo por el fútbol, pero era mi sueño y nunca me ha costado hacerlo"

Hoy queremos homenajear a uno de los históricos del fútbol de nuestra Comunidad, que el pasado domingo anunció su retirada. Tras 20 años de profesión Amaro, portero del CD Móstoles URJC, y ex del Pegaso, Parla, Toledo, Ceuta, Alcorcón…  jugó su último partido en la tercera madrileña.

Hablamos con Amaro de lo que se le pasó por la cabeza en ese momento tan especial y repasamos su vida deportiva en la que logró jugar en segunda división con el Xerez.

Interesante entrevista en la que se deberían fijar muchos de los jóvenes que hoy sueñan con llegar a ser un futbolista profesional en el futuro.




Tras 20 años de profesión, ¿Qué siente uno cuando uno se pita el final del partido y se es consciente de que todo  ha terminado?

Bueno se te vienen muchas cosas a la cabeza. Son muchas experiencias, muchos equipos, muchos compañeros… Se te viene, sobre todo, el momento cuando empiezas a jugar, cuando tienes esa ilusión de poder llegar lo más arriba posible… Al final hago balance  y  me doy cuenta de que no ha sido todo lo bueno que hubiera querido  porque, cuando tienes metas muy altas, todo te sabe a poco. Pero en definitiva estoy pero muy orgulloso  de mi carrera.

¿Con qué imagen, comentario, gesto te quedas?

Sobre todo que vino toda mi familia a despedirme. Sabían que era un momento muy difícil y a la vez muy bonito para mí y quisieron estar a mi lado. Prácticamente no hablé con mi mujer durante la semana de esto porque  no quería imaginármelo ni saber nada.

Tampoco pensaba que iba a ser así. Me quedé después del partido con todos ellos, con mis compañeros, que se portaron fenomenal  y con la gente del club…
Pero, sobre todo, me quedo con lo que viví con mi familia, con mi mujer e hijo porque solo ellos saben lo que estaba pasando…

¿Ha habido algún momento de duda para seguir una temporada más?

Durante los últimos 5 años siempre había la opción de que podía ser la última temporada. Era consciente que estaba entrando en una edad y lo que tenía claro es que me quería retirar bien.  No me quería irme en malas condiciones o sin jugar o que me viera que no podía dar el nivel  que yo quería dar.
Este año a mitad de temporada más o menos ya fui valorando que este año iba a ser el definitivo. Preferí que fuera estando en unas condiciones y con un nivel que creo que pueda ser el mío.






¿Qué te ha dado el fútbol durante todos estos años y qué has tenido que sacrificar?

Sacrificar todo. Quien lo ha intentado sabe lo difícil que es esto. No es fácil cuando con 14 años  tienes que ir a entrenar y todos tus amigos se van de fin de semana,  han quedado... y tú  tienes coger tu mochila e irte a entrenar. No es fácil que llegue el sábado y tener que  irte pronto para estar bien el domingo por la mañana. Cuando llegas a un fútbol más serio y te ganas la vida con ello vas viendo la recompensa. Pero cuántos no han hecho también todo eso y no han visto la recompensa.  Es muy complicado y sacrificado. Lo he sacrificado todo por el fútbol, pero era mi sueño y nunca me ha costado.

Se lo valoro mucho a mis padres  a mi mujer y a todos los que me rodean.  El fútbol lo era y lo ha sido todo para mí y no ha sido fácil para ellos depender de cuando tenía partido y de lo que se podía y que no se podía hacer.

Eso de ser portero, ¿fue por descarte o porque realmente siempre te gustó y llamó la atención?

Fue un poco causalidad, bueno las cosas te van llegando… Al principio fue porque me juntaba con chavales más grandes que yo y me decían que como era el pequeño me tocaba de portero.

Como lo hacía bien, me empezaban a elegir de primero para que fuera portero y empecé a creérmelo. En mi primer equipo en el colegio, que se jugaba al fútbol sala, recuerdo que un día nos reunieron y nos preguntaron que quién quería ser portero… Nadie contestó así que yo dije que yo quería y desde ahí hasta ahora…




Pegaso, Móstoles, Parla.. .eres un histórico de la tercera madrileña…¿Qué ha supuesto para ti el fútbol modesto de Madrid?

Ha supuesto mucho, por suerte o por desgracia, lo toqué muy poco cuando empecé porque me formé en la cantera del Leganés hasta sub 19 y tercera y segunda B con el B cuando el B estaba en segunda b y el tercera subía y bajaba con el sub 19.

Muy pronto me fui al Toledo donde pase años muy buenos. No había tocado prácticamente Madrid porque no había surgido la posibilidad. Después de Toledo,  Xérez,  Ceuta y hubo la opción de venir cedido al Alcorcón y no me lo pensé. Estaba al lado de casa y un equipo que parecía con un proyecto ilusionante como así ha sido y vine para acá. 

Y con 26 años el Pegaso me dio la opción de quedarme en casa. He disfrutado mucho en Madrid, es un fútbol de muchísima calidad, ha habido años en los que la tercera era espectacular donde la gente quiera jugar en tercera y no en segunda B. Y  ahora es una época  donde se prima más sacar gente de abajo y formarlos en una categoría tan competitiva. Estoy muy agradecido al fútbol madrileño y he disfrutado mucho de lo que no pude hacer de joven.

¿Qué les dices a aquellos que dudan de que uno se puede sentir realizado y feliz en estas categorías?

Hay que jugar y competir, al final da igual en la categoría que estés y donde estés. Te tiene que marcar unos objetivos y tratar de ser lo más profesional posible. A mí me ha dado igual  estar en segunda que en tercera. Por mi manera de ser siempre he querido ser el mejor en donde he estado, luego habré sido el 10, el 20  o el 127 pero siempre he intentado marcarme objetivo más alto. Luego el fútbol y el juego ponen cada uno en su sitio.



Has tenido la suerte de debutar en segunda con el Xerez y jugarte un ascenso a primera ¿Qué consejo darías a todos chavales que sueñan con ser profesional?

Que luchen, que trabajen y que aprovechen cada día como si fuera el último. A mis compañeros siempre les he dicho que no pierdan el tiempo. No vale eso de hoy no entreno a tope… Hay que tratar de que todo te valga, cada entrenamiento, cada partido… todo para seguir creciendo.

Tenía una cosa clara el día que me retirara solo quería  mirar atrás y decir que lo había intentado todo y lo había dado todo y había hecho todo lo posible. Hoy miro para atrás y me siento orgullo de haber peleado todo como lo he hecho.

Doblas la edad a muchos de tus compañeros, ¿Cómo se lleva esta situación? ¿Te respetan, te piden consejos o la juventud de hoy en día va a su rollo?

Me he ido encontrando con gente joven muy válida y que tienen ese brillo en los ojos de querer llegar a  algo. Y esa gente siempre se acerca y me preguntan sobre las experiencias que ya he vivido y me han pedido consejo. Aunque hay gente de todo. 

Hay chavales de 18 años que, por jugar en tercera, ya se creen futbolistas. Siempre digo que ser futbolista es otra cosa. Ser jugador de fútbol lo somos todos los que nos ponemos a dar patadas a un balón. Peros ser futbolista es otra cosa. Es una profesión que tienes que respetar y dedicarte a en cuerpo y alma, en los entrenamientos, cuando estás en casa, cuando estas fuera... Para ser futbolista hay que sacrificarse mucho y aun así, nadie te asegura que lo consigas. Hay quien sacrifica toda tu su infancia y no lo ha logrado. 




¿Cuál es el mejor momento que has vivido bajo los palos?¿Y el momento más duro?

El momento más alegre... hay muchos… Creo que, más que bajo los palos donde te salen partidos buenos, malos regulares… creo pero me quedo con un momento cuando con el Xerez fuimos a jugar con el Atlético de Madrid al Calderón.  Cuando saltamos al ver al césped, me paré en el centro del campo y sentí que estaba ahí, que había peleado y luchado mucho durante tanto tiempo por estar en un campo como el Calderón y lo había logrado. Ése fue el momento en el que me di cuenta que había merecido la pena tanto esfuerzo.

A mí nadie me ha regalado nada y como me dice mi madre siempre me ha costado mucho lograr las cosas. Hay gente a las que le salen las cosas rodadas, a mí no. Me lo he tenido que ganar todo. Ese día en el Calderón lo saboreé.

En estos últimos años que he jugado mucho y he intentado estar al lado de los que jugaban menos porque se lo que se siente. Siempre les he dicho  a los chavales me miráis y creéis que  juego 38 partidos porque sí, pero no es así. Yo también he estado sin jugar, años en blanco y si no había hueco en un sitio me buscaba la vida en otro. No es fácil irte a Ceuta con 20 años.

¿Y el peor momento?

El peor fue el no ascenso con el Pegaso porque lo tuvimos en nuestra mano. La primera eliminatoria la pasamos contra  el Deportivo B con un empate a uno allí y un cuatro a cero en casa. Después jugamos contra el Marino y empatamos allí a cero e íbamos ganando dos a uno… Nos empataron de córner en el minuto 96… Lo vimos tan cerca…Éramos un grupo formidable, con Alfredo Santa Elena éramos como hermanos. Se juntó la decepción personal y la de todos los compañeros, sintiendo mucha rabia por lo que se nos había escapado.




¿Qué se necesita para ser un buen portero?

Tienes que ser bueno en todo, reflejos, colocación, ser rápido…  Pero, sobre todo, es necesario tener personalidad. Siempre nos dicen que estamos un poco locos, peros no estoy de acuerdo. Tenemos  personalidad diferente. Estar ahí debajo de los palos no es fácil y sólo lo entendemos los porteros. Estar debajo supone que caiga la moneda para un lado o para otro y convivir todos los días con esa presión y la sensación de fracaso hay que saberlo llevar. Hay que tener la cabeza muy bien amueblada.

¿Seguirás ligado al fútbol o pasas página?

De momento que lo único que quiero es desconectar y descansar. Por mi forma de ser me involucro mucho en las cosas. En todos los equipos me afectó todo mucho, el ganar el perder, estaba siempre muy pendiente de que estuviéramos todos bien…

Quiero despejarme y olvidarme un poco del fútbol y cuando me aburra  y me pique el gusanillo mi objetivo a largo plazo es sacarme el título de entrenador de porteros. De entrenador no me veo. Y quiero intentar poner mi granito de arena y si un solo consejo o experiencia por mi parte vale para alguien coja impulso me daré por satisfecho.